De las cosas que más me
sorprendieron cuando instalé Ubuntu fue que estaba lejos de
disfrutar de un sistema operativo eficiente. La lentitud que había
notado durante mis pruebas con Ubuntu a través de un pen USB la
achacaba precisamente a ésto, a no ser una instalación “real”,
pero cuando vi que, hecha la instalación, esa lentitud continuaba o
incluso se acentuaba la cosa pasó a ser un problema. Estaba decidido
a darle una oportunidad a Ubuntu para que se convirtiera en mi
sistema operativo habitual y para ello necesitaba alcanzar cierta
fluidez así que no tuve más que empezar a tirar del hilo en
internet para descubrir lo que seguramente es un rasgo característico
de las distribuciones Linux: el usuario tiene mucho que decir, para
bien y para mal.
En cuanto se busca por
internet aparecen cantidades ingentes de post sobre optimización de
Ubuntu, tanto es así que proliferan los de título “qué hacer
tras instalar Ubuntu”, dejando bien a las claras que la
optimización es el paso que sigue a la instalación.
Si te decides por una
distribución Linux da la impresión de que debes asumir que te va a
tocar bajar al barro y mancharte las manos para que las cosas
funcionen, lo cual significa que para la gente que no quiere
complicaciones seguramente un sistema como Ubuntu no sea una buena
idea. Pero al mismo tiempo la satisfacción que genera el que tú
mismo te “montes” el sistema operativo un poco a tu gusto o según
tus necesidades, es un premio a tener en cuenta.
En mi caso algunos de los artículos que consulté tras la instalación de Ubuntu 12.04 y de cara a conseguir la
optimización del sistema fueron:
Éstos no son más que
unos pocos de los muchos que hay, puede que haya mejores pero lo
cierto es que el rendimiento de Ubuntu en mi portátil ha mejorado
muchísimo. De hecho en mi caso Ubuntu pasó de ser un sistema
inmanejable (por lo lento y trabado) a ser casi tan fluido como mi
Windows 7. Y digo “casi” porque Windows sigue siendo un punto más
rápido y ágil en casi todo. Aunque sinceramente Ubuntu me resulta
de uso tan agradable que en tareas básicas es algo que puedo pasar
por alto.
En cualquier caso en
estos artículos que seguí hay multitud de mejoras para hacer Ubuntu
más rico en capacidades pero que en mi caso no me eran interesantes
por el tipo de uso que le doy al ordenador. Yo lo que quería era simplemente ganar fluidez, y tratar de instalar el menor número de
cosas posibles de paso.
Mi optimización
Otra de las cuestiones
cuando comienzas en Linux es que vas a tener que escribir (copiar y
pegar más bien) en el Terminal, sí, esa ventanita que recuerda a
los ordenadores de los 80. Al principio es algo que tira para atrás
a un soft-user como yo, pero realmente tampoco es para tanto, la
verdad. Una vez asumido ésto en mi caso particular los ajustes que
llevé a cabo fueron:
De
trastetes.wordpress.com apartados:
- “Cambiar uso memoria RAM swappiness”.
- “Ubuntu Tweak”.
- “Prelink”.
- “Preload”.
- “Procesos paralelos”.
- “Altas temperaturas portátil” (Mi Ubuntu no sabía que estaba corriendo en un portátil y gracias a éste ajuste el mío dejó de calentarse y de tirar salvajemente de ventilador).
- “Actualizar el microcódigo de los procesadores Intel en Linux Ubuntu 12.04”
De
thelinuxforce.wordpress.com apartados:
- “Actualización y Repositorios” (ojo, en mi caso mi sistema está medio en inglés por lo que tuve que buscar “Update Manager” en lugar de “Gestor de actualizaciones”).
- “Controladores de Hardware” (para mi tarjeta ATI).
Con éstos ajustes de
optimización Ubuntu 12.04 se volvió perfectamente utilizable, como
ya he dicho antes al nivel de todo un Windows 7. Tampoco tengo idea
de si todos estos ajustes han servido de algo o si algunos no han
hecho nada. La lógica dice que todos deberían haber aportado algo
pero no me dediqué a reiniciar el ordenador tras ejecutar cada uno y
comparar con un cronómetro. Por otra parte tampoco sé si me he
dejado por optimizar apartados importantes, el tiempo lo dirá.
El caso es que a día de
hoy Ubuntu se ha convertido en mi sistema operativo principal,
gracias a la optimización y gracias también a haber podido instalar casi todo el software base que usaba en Windows o bien algún software
equivalente para Linux. En Windows uso habitualmente como
software base: Chrome, Photoshop, Office, Spotify, iTunes y los
drivers para el pulsómetro Garmin. De cómo me las he apañado para instalar todo ello o cómo he suplido lo que no he podido instalar hablaré en los
siguientes posts sobre mi cambio de Windows 7 a Ubuntu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario